jueves, 21 de mayo de 2009

Un Presidente


Escoger un Presidente de la República no es una definición entre quien deseo que lidere un partido político o quien quiero que sea el vocero frente a mis oponentes, la Presidencia de la República va mucho más allá. Es estar por sobre los constantes detalles de la política, o de la reiterada mezquindad que los partidos políticos caen. –Discúlpenme-, pero hoy la política chilena no puede estar debatiendo en base a los que un diputado populista desee imponer en la discusión, más aún, cuando ese parlamentario, es fruto de la más delicada y cuidadosa preparación del establishment. Nadie puede negar los componentes aristocráticos de Eduardo Frei y Sebastián Piñera, pero al menos han sido figuras destacadas en sus sectores, ambos han sido senadores, presidentes de sus partidos políticos, han liderado procesos y han sido parte, uno más que otro, del engrandecimiento del país, porque han sabido fortalecer la democracia, el debate y los acuerdos.
Ejemplo supremo es el del Presidente Frei, quien sobreponiendo su ideología, supo defender el principio de la extraterritorialidad de la ley, cuando el general Pinochet fue detenido en Londres por el proceso que llevaba el prevaricador de Garzón. No seré yo quien defienda a Pinochet ni mucho menos, es más, soy un contrario a sus ideas y la gran mayoría de sus obras como Presidente y comandante en jefe del Ejército. Pero, Frei supo defender principios soberanos, y jugársela por traer a Chile al ex dictador, aunque en la Concertación hubo posiciones contrarias, pero supieron entender aquel trance, sin embargo, a Dios Gracias, el militar volvió para ser juzgado.
Hoy, descaradamente, el candidato que más lucró con el Fondart, ha criticado nuevamente al senador Frei por lo ocurrido con Pinochet, lo más contradictorio de todo, es que el precursor y ferviente partidario de la privatización de Codelco y de las otras empresas públicas, es un seguidor del único dictador de América, que ha subyugado al pueblo Cubano por más de 4 décadas. ¿O no es cierto, que es Henríquez-Ominami, quien critica a la concertación por su falta de democracia, y no es él mismo quien ha guardado silencio cómplice con Cuba? Pero para agregarle más contradicción, su jefe de campaña, es Max Marambio, quien se ha enriquecido con el régimen de los Castro´s en Cuba, quien ha lucrado abierta e ilegalmente, -porque es cierto amigos- en la involución, -perdón- “revolución” cubana, ¿no está prohibido hacer riquezas personales? y ¿no fue por eso que el guerrillero Marambio fue sancionado por los comunistas en la isla caribeña?
Podría seguir, pero mi afán no es atacar a nadie, sino solamente exigirle la mínima consecuencia a quien critica feroz, insultante y desesperadamente a la clase política, especialmente al candidato oficial, democrático y líder de la concertación.
Finalmente, –excúsenme una pregunta - ¿Senador Ominami, no cree justo y entendible que el General Pinochet haya hecho un ejercicio de enlace y amenazando con un posible golpe de Estado, por que el Consejo de Defensa del Estado estaba investigando a su hijo Augusto Pinochet Hiriart?, Recordemos: “que a un hijo no se le puede dejar solo”.


Valparaíso, Otoño de 2009.