domingo, 23 de abril de 2006

Universidad... La equidad Posible


El sábado Santo, me encontraba con un muy buen amigo y otro que éste me había presentado. Estábamos tomándonos un café cuando comenzamos una entretenida tertulia sobre la pobreza y la igualdad. Es ahí cuando mi amigo nos hizo la siguiente consulta ¿Cuándo es posible que se conozcan un joven pobre con una joven de clase alta, y así entablar una relación?
En ese preciso instante le respondí rápidamente, el lugar es uno sólo y se llama “Universidad”.
No voy a centrarme en hacer una crítica a la distribución del ingreso, que por cierto tiene mucho que ver, y en parte es la gran responsable de este flagelo.
Algunos dicen que el lugar más democrático de todos son los colegios electorales, porque cada ciudadano sin importar sus recursos, sus estudios, sus apellidos, ni sus cargos su voto vale por igual. Pero acá es difícil que se conozcan estos jóvenes, ya que los sufragantes lo realizan en locales cercanos a sus residencias, y por lo visto este joven que pertenece a los primeros quintiles, difícilmente podrá votar en un colegio que este apegado a la clase ABC1.
Acá existe un problema de cultura, un problema social, y me he dado cuenta que nuestro principal capital para poder derrumbar esas barreras injustas, es la educación.
Mencionaba al comienzo que la universidad era un lugar donde podrían tener cabida todos los segmentos de la sociedad, o sea, la única limitancia son las capacidades intelectuales, que Gracias a Dios, no se pueden comprar, ni se pueden negar por falta de recursos.
Pero los últimos indicadores nos dicen que los estudiantes de colegios subvencionados y particulares se terminan llevando la mayoría de las vacantes en las universidades tradicionales, que son las que cuentan con crédito fiscal. Y los jóvenes de liceos y colegios municipales terminan estudiando en universidades privadas y en institutos profesionales o centros de formación técnica.
Por esto hay que valorar que el gobierno haya impulsado la ley que permite el crédito con aval del Estado para las personas que lo necesiten. Indudablemente que aquélla iniciativa legal es un paso de gran envergadura, pero es sólo el primero de tantos pasos que se deben dar para poder corregir un problema estructural en nuestra educación. Yo lo he querido ejemplificar en el caso que les comentaba al principio, ¿Cuándo es posible que se conozcan un joven pobre con una joven de clase alta, y así entablar una relación?
Sin embargo, creo que debemos trabajar y apostar para que el lugar donde estos jóvenes se conozcan no sólo sea la universidad, si no sean un sinfín de lugares más donde estos jóvenes se puedan conocer.
He querido ser más breve que mi primer comentario sobre las elecciones de Italia y Perú. Pero dejo abierta la discusión sobre este vital tema, sé que muchos de mis amigos y camaradas de mi juventud también están interesados en este tema.
Un abrazo, G.